sábado, 12 de abril de 2014

RELAJACIÓN PARA DISMINUIR LA PRESIÓN ARTERIAL

El portal Sumédico.com publicó esta interesante noticia donde se habla de la relación entre la presión alta y la relajación.

La presión arterial alta suele controlarse con fármacos, pero investigadores del Instituto de Medicina Mente-Cuerpo Benson –Henry en el Hospital General de Massachusetts encontraron que la relajación ayuda a disminuir la presión sanguínea.

Los científicos compararon la técnica “respuesta de relajación” con otras opciones que significaban un cambio en el estilo de vida como son reducir el consumo de sal, perder peso y hacer ejercicio.

Los resultados, que se publicaron en el blog de la Escuela de Medicina de Harvard, refieren que las técnicas de relajación corporal y mental se hacen en poco tiempo, pueden ser utilizadas a diario y ayudan a reducir la presión sanguínea sistólica de forma más efectiva que al hacer cambios en la forma de comer o en las actividades físicas.

La técnica que se probó en el estudio, fue creada por el Dr. Herbert Benson de la Universidad de Harvard y mostró reducir entre los participantes la presión sanguínea, la tasa de respiración y la tensión muscular.

El paso a paso de la técnica es el siguiente:

1. Concéntrate en una palabra, una frase corta o una oración (un ejemplo puede ser la palabra paz).

2. Elige una posición cómoda para sentarte y cierra los ojos.

3. Poco a poco y conscientemente relaja los músculos desde los pies a las rodillas, muslos, abdomen hasta seguir con el cuello y la cara.

4. Respira lentamente a través de la nariz y repite en tu mente, al momento de exhalar, la palabra, frase u oración que elegiste.

5. Si algún pensamiento te distrae, simplemente vuelve a intentar poner atención en la frase, palabra u oración elegida.

6. Dedica a esta actividad entre 10 a 20 minutos.

7. Una vez terminada, quédate tranquilo un minuto más y luego abre los ojos.

8. Esta técnica la puedes utilizar una o dos veces al día.
(Con información de europapress)

¿CUÁNTO ESTRÉS HAY EN TU EMPRESA?

Descubrí este interesante artículo en la red de la página blog.gestion.pe. En él se habla sobre el estrés y sus efectos cuando en una compañía como parte de sus políticas son ignorados.

Victor Vignale

¿Cuanto estrés hay en tu compañía y como lo manejan?

Existen varias empresas en el Perú y en el mundo en donde el estrés es parte de la cultura corporativa, nadie tiene tiempo para nada, todos viven apurados y pocos paran a pensar que es lo que están haciendo, van saltando de reunión en reunión sin llegar nada concreto y sabiendo que tienen varios pendientes concretos cuando regresen a su escritorio, está es una de las muchas y frecuentes causas de estrés.

El estrés muy alto y por largos periodos deterioran el funcionamiento del cerebro al punto que la materia gris pierde neuronas y por consiguiente, hasta peso: se segrega adrenalina y luego cortisol, que permanece más tiempo y dificulta la comunicación entre las células del cerebro. Esto sucede en la sección llamada corteza prefrontal: donde se albergan los agentes reguladores de las funciones cognitivas y emocionales. Es por esto que en el ambiente laboral, en particular, existe una sólida correlación entre el estrés agudo y el rendimiento. El estrés afecta las habilidades de auto-control, gestión de emociones, de aprendizaje y de toma de decisiones.

Y esto se vuelve en un circulo vicioso que va contra los intereses de cualquier empresa, se empiezan a tomar decisiones aceleradas y poco estudiadas bajo la influencia del estrés prolongado y estas posibles malas decisiones, generan nuevos problemas que causarán mas estrés y asi es como hay empresas en donde se vive un estrés generalizado desde la cabeza de la compañía hasta los niveles iniciales.

Puede que un poco de estrés resulte saludable, solo si se da por intervalos espaciados. Bajo estas condiciones permite estar alerta e incluso ayuda a ir más allá de lo que suponíamos eran nuestros límites. Cuando el estrés tiene una presencia intensa y prolongada el cerebro se vuelve vulnerable y se producen efectos tóxicos en el cuerpo, mente y estado de ánimo.

El Dr. T. Bradberry, co-autor del celebrado libro Emotional Intelligence 2.0 y redactor invitado en publicaciones como BusinessWeek, Havard Business Review y WSJ, da las siguientes recomendaciones:

1. Tomar varias mini-pausas durante el día.
Simples actividades anti-estrés que despejan la mente y la llevan a cambiar de enfoque. Parar de unos 5 o 10 minutos para: tomar un café, estirarse, caminar, conversar, escuchar una canción, etc.

2. Poner las situaciones en perspectiva.
Resulta bueno poner los temas que causan preocupación en papel y tomar nota de que muchas veces la mente cavila tanto que considera escenarios extremos que nunca llegarán a suceder.

3. Practicar mindfulness o presencia consciente.
Cientos de estudios comprueban los beneficios de practicar regularmente algún tipo de ejercicio meditativo (meditación, yoga, tai-chi, etc). Aquí se incluyen técnicas sencillas de control de la respiración, el practicar una actitud positiva y un estado mental de gratitud.

4. Apoyarse y cultivar red de amigos y familiares.
Conectarse, contar lo que nos preocupa y recibir comentarios o sugerencias mitiga y relaja.

5. Tomarse un descanso de la tecnología.
Es bueno estar disponible e informado a través de la tecnología. Pero para poder gozar de momentos para recargar energías es necesario tomar periodos libres del email y el smartphone.

Recordemos que estas técnicas nos ayudan a crear un espacio saludable de manera consciente, para anular o minimizar posibles casos generadores de estrés. Los mismos que afectan nuestra manera de razonar, nuestras emociones y por consiguiente como nos interrelacionamos.

Estas recomendaciones son unos buenos ejemplos para lidiar con los efectos del estrés personalmente y con terceros. Muchas veces, sobre todo en culturas latinas, una débil capacidad para gestionar emociones resulta en episodios explosivos frente a pares, subordinados y hasta jefes, desgastando relaciones laborales valiosas.

Los angloparlantes le dicen a esto “losing your cool” (algo así como ‘perder los papeles’). Y la connotación es bastante negativa ya que a causa de estos comportamientos, en unas industrias más, en otras quizás menos, la reputación se ve afectada profundamente.

¿A ti qué te ha resultado más efectivo para lidiar con el estrés o para aprender a manejar las situaciones potencialmente estresantes de manera más efectiva?