viernes, 16 de mayo de 2014

Determinan funcionamiento del cerebro durante la meditación



16 de mayo de 2014, 15:35 Oslo, 16 may (PL) Investigadores de las universidades noruegas de Oslo y de Ciencia y Tecnología (NTNU), así como de la australiana de Sydney revelaron cómo reacciona el cerebro a diversos métodos de meditación.

Existe gran variedad de métodos, desde los budistas hasta las técnicas Zen, pero en esencia todas buscan aligerar el estrés y mejorar la concentración, por lo que realmente no se podía determinar cual era la más efectiva, y ese es nuestro objetivo, explicó Jian Xu, especialista de la NTNU y coautor de la investigación.

Jian añadió que todas esas metodologías diferentes pueden dividirse en dos grupos principales: uno es la meditación concentrada, que es el caso donde la meditación se centra en la respiración o pensamientos específicos, lo que hace que la persona suprima otros pensamientos.

El otro tipo se conoce como meditación no direccional, y es cuando el individuo no solo aplica métodos de respiración o concentración, sino que ocupa su mente en lo que le plazca, subrayó el científico.

Los investigadores escanearon y evaluaron el cerebro de 14 voluntarios, expertos en la técnica noruega de meditación Acem, mientras un grupo se sometía al método de meditación concentrada y otro al no direccional.

Los resultados mostraron que los practicantes de esa última tuvieron mayor actividad en la parte del cerebro dedicada al procesamiento de sentimientos y pensamientos relacionados con uno mismo.

Mientras, en el otro grupo la actividad cerebral en esa área específica se registró casi al mismo nivel que cuando el cerebro se encuentra en descanso.

El doctor Svend Davanger, profesor de la Universidad de Oslo y coautor del estudio, dijo que la investigación reveló que la meditación no direccional permite mayor espacio para el procesamiento de memorias y emociones.

jf/nvo

EJERCICIO PARA EL ESTRÉS

Artículo tomado de noticiasmontreal.com, donde nos habla sobre el ejercicio como un medio para manejar el estrés laboral.

Maira Prado
Llega el lunes y lo que quieres es hundirte en tu cama y no salir más. Vas al trabajo obligado, tus tareas exceden tus capacidades y ante tu familia… eres cada vez más insoportable. ¿Te suena? El estrés laboral también estresa a tu familia.
Emociones como angustia, ansiedad,  preocupación, inseguridad, miedo, tristeza, rabia unidas a dificultades para tomar decisiones, concentrarse, pensar, estudiar son algunos componentes de la esfera emocional del estrés laboral. Corporalmente trastornos de sueño, de alimentación, dolores musculares, taquicardia, gastritis, dolor de cabeza complementan la “cajita INfeliz” que llega a la familia. Nos estresamos laboralmente  cuando ante la intensidad de las demandas laborales o problemas de índole organizacional, comenzamos a experimentar vivencias negativas asociadas al trabajo.

Una bomba de tiempo

Las presiones del trabajo mal llevadas rápidamente entorpecen las relaciones en la familia: los hombres tienden a alejarse, refunfuñar y encerrarse en sí mismos mientras que las mujeres experimentan agobio, reacciones exageradas por cosa pequeñas y  agotamiento en sí. En el medio se encuentran los hijos, quienes pueden llegar a sentirse culpables por la situación de conflicto. Un punto en común en esta dinámica son los hábitos de vida de las personas que experimentan estrés laboral: sedentarios, con trastornos alimentarios, alto nivel de exigencia en sus labores, dicen que si a todo…
Manejar el estrés laboral es cuidar de ti y de tu familia
  1. Enfrente los problemas con actitud positiva.
  2. ¡Duerma!
  3. No se comprometa más de lo que pueda.
  4. Aprenda a decir no.
  5. Busque apoyo emocional.
  6. Adquiera una mascota.
  7. Salga de paseo.
  8. Ríase.
  9. Lea un buen libro.
  10. Intégrese a la comunidad.
  11. Motívese con metas alcanzables.
  12. Use su creatividad.
  13. Fomente y disfrute las amistades.
  14. Concéntrese en el presente.
  15. Disfrute junto a su familia. 
Un punto supremamente importante: ¡haga ejercicio! 30 minutos, la mayor cantidad de los días de la semana posible. Si es en familia mejor: bajas el estrés, mejoras la percepción de ti mismo y de tu capacidad de resolver problemas, duermes mejor, formas músculos fuertes y resistentes a las actividades del día, mejoras tu capacidad de atención y concentración y la punta del iceberg para la familia es que creas lazos de comunicación en una actividad que les gusta a todos, donde puedes darte a conocer desde el disfrute, enseñándole a tus hijos que el trabajo se disfruta y la familia también. Si se puede gerenciar la vida.

Y tú, ¿cómo manejas tu estrés laboral? ¿Tienes una estrategia para llevarlo? Conversamos en twitter por @MairaPradoL