miércoles, 9 de octubre de 2013

EL GRAN MENÚ (ALGUNOS TIPS PARA ABORDAR EL ESTRÉS)

A continuación te presentaré algunos tips que sin duda funcionan para manejar la respuesta del estrés. Desde luego, la constancia es imprescindible. ¿Estás listo para lograrlo? A continuación el menú.

Restaurante de relajación

Entrada

El ejercicio físico:
Natación
Aeróbicos
Futbol
Jogging
Ciclismo
Yoga
Pilates
Futbol
y un largo etcétera

En efecto, seguramente, desde muy pequeño, has escuchado de los maravillosos beneficios de practicar una disciplina deportiva. Más salud, un mejor tono muscular, una mejor calidad de vida, entre otros. Pues bien, te tengo una más: hacer ejercicio, practicar un deporte, te ayudará a romper con la respuesta de estrés. ¿Qué te parece? Fabuloso, ¿no lo crees?
Desde luego, hay que tomar ciertas precauciones; si toda tu vida has sido sedentario es necesario ir poco a poco, y sin forzarse. También, los expertos recomiendan hacerse exámenes generales y acudir a un médico antes de iniciar con la práctica deportiva. Sobre todo, pon atención si tienes alguna lesión o sobrepeso. Y si puedes ponerte en manos de un instructor deportivo certificado, mucho mejor.
Así, que, has ejercicio y libérate del estrés.

Primer tiempo:
La respiración

¿Qué te parece aprender y practicar ejercicios de respiración? Y aunque la respiración es parte de tus procesos cotidianos básicos indispensables para estar vivo, lo cierto es se vuelve algo tan automático y robotizado que no es posible de esa forma, obtener los beneficios.
Desde hace siglos, las diversas tradiciones espirituales en Oriente, han practicado ejercicios de respiración como parte de su trabajo interior. Y ahora, tú puedes beneficiarte de este recurso maravilloso que tienes a la mano.
Además, con una mejor respiración te puedes sentir mucho mejor, mejorar tus estados de ánimo y descansar de una forma más profunda.
Un ejercicio recomendado por el doctor Roberto Navarro es el siguiente: si te sientes nerviosa, en vísperas de algún examen importante o cualquier otra situación, puedes respirar de una forma más calmada y lenta unas cuantas veces.

Segundo tiempo:
Estar en el aquí y el ahora

¿Te acuerdas de la última vez que te sentiste sumamente estresada o ansiosa?  De seguro, estabas anclado y pensando por qué te ocurrió lo que te ocurrió. Una y otra vez, como una rueda de la fortuna sin fin. Y en efecto, es muy difícil salir de la fantasía y vivir en el presente. Y la sugerencia del chef es: permanece en el presente.
¿Y cómo disfrutar de este delicioso platillo? Es muy sencillo: puedes empezar a prestar atención a aquéllas cosas, objetos, sonidos y personas que te rodean. Puedes repetir mentalmente o en voz baja: en este momento me doy cuenta de... y a continuación mencionas lo que viene a tu atención.
También puedes tomar una respiración suave para ayudarte a sentirte mucho mejor, estirarte suavemente. Te aseguro que  te será de gran utilidad.

Tercer tiempo:
El automasaje

¿Recuerdas esa vez en que sentías un fuerte dolor de cuello por la tensión? Quizás pusiste a masajearte para sentir alivio. Y en efecto, el masaje y automasaje forman parte de esa gran caja de herramientas que pueden ayudarnos.
Con esta práctica puedes aliviar los músculos tensos para de esta forma eliminar el cansancio y sentirnos recargados de energía. Es importante que te apliques un automasaje de una forma ordenada y cuidadosa, así tendrás todos los beneficios de esta maravillosa práctica, sin lastimarte.
Puedes frotar para estimular la circulación sanguínea y relajar tu sistema nervioso. Puedes, a través de golpeteos rítmicos hacer vibrar algunas partes de tu cuerpo. Y desde luego, amasar las partes mas musculosas. Y qué mejor que utilizar un aceite.

Postre:
Las técnicas de relajación

En otras entradas de este blog puedes leer técnicas de relajación como la de Osmond y ponerlas en práctica. Es importante, darte el tiempo para desarrollar la habilidad de relajarte y no forzarte o pretender que a la primera sesión obtengas resultados dramáticos. Pero, eso sí, disfruta y motívate para realizar tu relajación porque si lo haces a la fuerza o sin ganas no te beneficiarás totalmente de las ventajas de sentirte relajado.
Y si no tienes mucho tiempo, puedes dedicar al menos tres minutos a sentarte en una silla y entrar en contacto con tu respiración, durante este lapso. Después, abre tus ojos y continúa con las actividades cotidianas. Te aseguro que será una experiencia interesante. Te invito a practicarlo y a dejar tus comentarios en esta página.
 






¿QUÉ HAGO SI TENGO EXCESO DE ESTRÉS?

En este artículo abordaré algunas soluciones sencillas y prácticas que puedes llevar a cabo, si te das cuenta que estás sufriendo un exceso de estrés.

Te sugiero consigas una hoja de papel y lápiz. Haz una lista de todas aquéllas situaciones que te han generado estrés. Puedes analizar por separado cada una de esas fuentes. Date cuenta qué puedes hacer con ellas, si dependen de ti o no. A veces, no es posible cambiar esos estresores a deseo personal. Ann Williamson en su libro Superar el estrés propone modificar el cuándo o el cómo de estas circunstancias de tal forma que te sientas menos presionado (a).

Helen, una madre soltera sufría constantemente de estrés. La última semana había sido particularmente confrontante. Ella decidió tomar manos a la obra e hizo su lista. Descubrió que el hecho de llevar a sus dos hijos gemelos a la escuela era un factor fuerte de estrés. Dividió en partes, todas las actividades que implicaba dicha situación: levantarlos, bañarlos, darles de desayunar, preparar sus mochilas, etcétera. Y se preguntó qué podía hacer para modificar todo ello mediante una lluvia de ideas. Concluyó que podía levantarse diez minutos antes. Y dejar algunas cosas preparadas desde la noche.

Aprender a decir no
Jean Carlo un joven secretario en unas oficinas administrativas se sentía cada vez más estresado. Además de su carga de trabajo habitual, su jefe le encargaba tareas extras que lo saturaban. Esto influyó en su desempeño. Él descubrió estos tips y decidió ponerlos en práctica. Observó que no sabía decir no.
  Es importante que te preguntes si esto te pasa constantemente. Cuántas veces has querido decir no, y sin embargo terminas decidiendo sí. Cuántas veces por hábito, costumbre o educación dices sí cuando en tu interior sientes algo que te está diciendo no.

Aprender a delegar
En la misma oficina de Jean Carlo, trabaja Marcela, una joven ejecutiva de ventas; con un pequeño equipo de asistentes había tenido una temporada exitosa. Sin embargo, ella terminaba haciendo parte del trabajo no solo de ventas sino de documentación.
-Siendo honesta, no quisiera que mis trabajadores se equivoquen- confesó a su terapeuta.
Ya sea en el trabajo, hogar o cualquier otro ambiente, es importante que tú puedas delegar responsabilidades. Esto creará una mayor confianza en el grupo. Y desde luego, existe la capacitación en el trabajo, como recurso para quiénes temen los errores de sus subalternos.

Planificar y ordenar por unidades
Williamson, en su libro ya mencionado sugiere asignarse una tarea específica que se pueda realizar todos los días, en lugar de querer hacer demasiadas cosas y terminar frustrado. Por la noche, antes de dormir, puedes hacer una lista de las tres actividades mas urgentes a realizar el día siguiente, clasificándolas en orden de importancia. Inclusive, puedes escribir  tres columnas y dividir las acciones en muy urgentes, urgentes y no urgentes.

Visualizate haciendo lo que quieres hacer
Cierra tus ojos y observa, escucha y siente cómo te sentirás después de haber cumplido tu actividad. Esto, sin duda, será de gran ayuda. Y si te cuesta trabajo hacerlo, puedes encontrar en internet diversas opciones para aprender a hacerlo.

Reserva un tiempo para tus actividades
Un reportero le preguntó a Mike, un famoso articulista cuál era su fórmula para escribir todos los días.
-Simplemente me encierro una hora en mi habitación, desconecto el teléfono y apago la televisión. No estoy para nadie, ni para mi esposa.
Por tanto, es importante poder dedicarle un tiempo exclusivo a nuestras actividades urgentes, evitando interrupciones.

Tómate una pausa
- Alejandro, te veo muy desmejorado.
- Es que el trabajo me absorbe todo el tiempo.
- ¿Por qué no te tomas pequeños descansos?
- ¿En medio de mi trabajo? ¡Imposible!
Seguramente este diálogo te recuerda a algún conocido o... a ti mismo. Tal vez creciste con la idea de que hay que trabajar duro desde la hora de entrada hasta la hora de salida. Sin descanso. Esto sólo puede funcionar esporádicamente. Te recomiendo puedas tomarte pequeños descansos en el trancurso del día. Esto te recargará y, paradójicamente, te ayudará a tener un mejor rendimiento. Qué te parecen diez minutos a la mitad de la mañana y otros diez a mitad de la tarde. Te aseguro que puede hacer la diferencia. Y lo mismo aplica para ti, que trabajas en tu hogar.

Madrugador o nocturno
Me doy cuenta de que si realizo mis actividades más importantes en la mañana puedo rendir mucho mejor y me siento satisfecho. Ese es mi caso. Sin embargo, conozco personas que al contrario, tienen un mejor desempeño durante la tarde o inclusive durante la noche. Por tanto, te invito a que descubras en que horas del día o de la noche, te sientes más cómoda (o) trabajando aquellas tareas que requieren de una concentración y esfuerzo mental mayor. Y desde luego, acomódalas a tu conveniencia.

Deja tu espíritu competitivo por un momento
Claudia es una chica que constantemente está en competencia con el mundo que le rodea. Si camina por la calle, ella es la primera que tiene que pasar y no cede el paso a nadie. Lo mismo cuando va manejando. Quizás estas actitudes le sean de utilidad en su trabajo, que implica un alto nivel de competitividad y agresividad. Sin embargo, gastar energía de más en momentos cotidianos, que quizás no valen la pena, no te llevarán mas que a estresarte. Yo le sugeriría a Claudia dejar de competir en las situaciones superfluas por una semana y observar qué ocurre.

Te invito a que pongas en práctica cualquiera de estas sugerencias y me escribas tus experiencias. Será muy agradable leerte. Gracias.