miércoles, 9 de octubre de 2013

¿QUÉ HAGO SI TENGO EXCESO DE ESTRÉS?

En este artículo abordaré algunas soluciones sencillas y prácticas que puedes llevar a cabo, si te das cuenta que estás sufriendo un exceso de estrés.

Te sugiero consigas una hoja de papel y lápiz. Haz una lista de todas aquéllas situaciones que te han generado estrés. Puedes analizar por separado cada una de esas fuentes. Date cuenta qué puedes hacer con ellas, si dependen de ti o no. A veces, no es posible cambiar esos estresores a deseo personal. Ann Williamson en su libro Superar el estrés propone modificar el cuándo o el cómo de estas circunstancias de tal forma que te sientas menos presionado (a).

Helen, una madre soltera sufría constantemente de estrés. La última semana había sido particularmente confrontante. Ella decidió tomar manos a la obra e hizo su lista. Descubrió que el hecho de llevar a sus dos hijos gemelos a la escuela era un factor fuerte de estrés. Dividió en partes, todas las actividades que implicaba dicha situación: levantarlos, bañarlos, darles de desayunar, preparar sus mochilas, etcétera. Y se preguntó qué podía hacer para modificar todo ello mediante una lluvia de ideas. Concluyó que podía levantarse diez minutos antes. Y dejar algunas cosas preparadas desde la noche.

Aprender a decir no
Jean Carlo un joven secretario en unas oficinas administrativas se sentía cada vez más estresado. Además de su carga de trabajo habitual, su jefe le encargaba tareas extras que lo saturaban. Esto influyó en su desempeño. Él descubrió estos tips y decidió ponerlos en práctica. Observó que no sabía decir no.
  Es importante que te preguntes si esto te pasa constantemente. Cuántas veces has querido decir no, y sin embargo terminas decidiendo sí. Cuántas veces por hábito, costumbre o educación dices sí cuando en tu interior sientes algo que te está diciendo no.

Aprender a delegar
En la misma oficina de Jean Carlo, trabaja Marcela, una joven ejecutiva de ventas; con un pequeño equipo de asistentes había tenido una temporada exitosa. Sin embargo, ella terminaba haciendo parte del trabajo no solo de ventas sino de documentación.
-Siendo honesta, no quisiera que mis trabajadores se equivoquen- confesó a su terapeuta.
Ya sea en el trabajo, hogar o cualquier otro ambiente, es importante que tú puedas delegar responsabilidades. Esto creará una mayor confianza en el grupo. Y desde luego, existe la capacitación en el trabajo, como recurso para quiénes temen los errores de sus subalternos.

Planificar y ordenar por unidades
Williamson, en su libro ya mencionado sugiere asignarse una tarea específica que se pueda realizar todos los días, en lugar de querer hacer demasiadas cosas y terminar frustrado. Por la noche, antes de dormir, puedes hacer una lista de las tres actividades mas urgentes a realizar el día siguiente, clasificándolas en orden de importancia. Inclusive, puedes escribir  tres columnas y dividir las acciones en muy urgentes, urgentes y no urgentes.

Visualizate haciendo lo que quieres hacer
Cierra tus ojos y observa, escucha y siente cómo te sentirás después de haber cumplido tu actividad. Esto, sin duda, será de gran ayuda. Y si te cuesta trabajo hacerlo, puedes encontrar en internet diversas opciones para aprender a hacerlo.

Reserva un tiempo para tus actividades
Un reportero le preguntó a Mike, un famoso articulista cuál era su fórmula para escribir todos los días.
-Simplemente me encierro una hora en mi habitación, desconecto el teléfono y apago la televisión. No estoy para nadie, ni para mi esposa.
Por tanto, es importante poder dedicarle un tiempo exclusivo a nuestras actividades urgentes, evitando interrupciones.

Tómate una pausa
- Alejandro, te veo muy desmejorado.
- Es que el trabajo me absorbe todo el tiempo.
- ¿Por qué no te tomas pequeños descansos?
- ¿En medio de mi trabajo? ¡Imposible!
Seguramente este diálogo te recuerda a algún conocido o... a ti mismo. Tal vez creciste con la idea de que hay que trabajar duro desde la hora de entrada hasta la hora de salida. Sin descanso. Esto sólo puede funcionar esporádicamente. Te recomiendo puedas tomarte pequeños descansos en el trancurso del día. Esto te recargará y, paradójicamente, te ayudará a tener un mejor rendimiento. Qué te parecen diez minutos a la mitad de la mañana y otros diez a mitad de la tarde. Te aseguro que puede hacer la diferencia. Y lo mismo aplica para ti, que trabajas en tu hogar.

Madrugador o nocturno
Me doy cuenta de que si realizo mis actividades más importantes en la mañana puedo rendir mucho mejor y me siento satisfecho. Ese es mi caso. Sin embargo, conozco personas que al contrario, tienen un mejor desempeño durante la tarde o inclusive durante la noche. Por tanto, te invito a que descubras en que horas del día o de la noche, te sientes más cómoda (o) trabajando aquellas tareas que requieren de una concentración y esfuerzo mental mayor. Y desde luego, acomódalas a tu conveniencia.

Deja tu espíritu competitivo por un momento
Claudia es una chica que constantemente está en competencia con el mundo que le rodea. Si camina por la calle, ella es la primera que tiene que pasar y no cede el paso a nadie. Lo mismo cuando va manejando. Quizás estas actitudes le sean de utilidad en su trabajo, que implica un alto nivel de competitividad y agresividad. Sin embargo, gastar energía de más en momentos cotidianos, que quizás no valen la pena, no te llevarán mas que a estresarte. Yo le sugeriría a Claudia dejar de competir en las situaciones superfluas por una semana y observar qué ocurre.

Te invito a que pongas en práctica cualquiera de estas sugerencias y me escribas tus experiencias. Será muy agradable leerte. Gracias.

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