Seguramente tú conoces a alguien o has vivido alguna de las siguientes situaciones durante estas festividades navideñas:
- Peleas familiares durante la cena.
- Mucho estrés ante la infinidad de tareas que hay qué hacer previo a la Navidad.
- Frustración por no sentirse feliz.
- Tristeza al recordar a los seres queridos que ya no están contigo.
- Pensamientos de soledad.
- Problemas de salud derivados de las comilonas y borracheras
Quizá lo mejor sería reestructurar las ideas que hemos heredado de nuestra familia, creencias, sociedad y medios de comunicación tradicionales.sobre la Navidad. Empezar a masticar esas frases que se repiten a veces sin sentido y solo como convención social. ¿Cómo realmente quiero vivir estas fiestas? ¿Cuáles de mis expectativas son realistas y cuáles son ideas irracionales? A fin de cuentas la llamada blanca Navidad no lo es siempre. Vivir más en el aquí y ahora, no solo en estas fechas, sino cada día y aprender a disfrutar de cada detalle de cada vida e igualmente resignificarla para todas personas creyentes, regresar más a los orígenes y menos en lo que se ha convertido. No es fácil, pero tampoco es imposible.
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